Este cubano va al médico con la barriga muy inflamada, tan hinchada que hasta le brillaba. El pobre hombre le dice al galeno:
"Oye, chico, ¡mira cómo estoy de no poder cagar! Cada vez que creo que ahora sí y me siento, se me tranca y nada, que no puedo. Ya he tomado todo, hasta aceite de ricino, y si afloja, pero vuelve de nuevo a cerrarse.
El facultativo le ordena desvestirse para hacerle un examen. Cuando le ve el pene, gordo y grande como nunca había visto, le dice al paciente:
"Mira, creo saber lo que tienes: ¿cuándo te sientas en la taza, tú pones el miembro adentro o afuera?"
"¡Pues claro que adentro! ¿Dónde si no?"
"Pues eso es lo que pasa: tienes el culo asustao, chico".
martes, enero 24, 2006
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